Hoy voy a escribir sobre ese tipo de ahí arriba, Javier Pedreira, alias @wicho, uno de los tres perpetradores del blog número uno del estado, Microsiervos. Este fin de semana se ha celebrado un Naukas en Bilbao tal y como se viene haciendo en estos últimos cuatro años, dos días de conferencias de 10 minutos sobre divulgación científica con mucho friki en el estrado y entre el público. Como siempre, ha sido un éxito de público dejando pequeña la sala de 500 butacas del Paraninfo EHU-UPV, pero ese no es el tema aunque también saldrá.
Una de mis compañeras radiofónicas, Asun aka @esaotra, que ya salió en el post anterior, había quedado con este gallego gigantón y ya desde el jueves decidimos hacer una ruta turístico-gastronómica por nuestra villa, así que a media tarde quedamos. Yo tenía mis precauciones sobre este divulgador, una estrella de los blogs, un monstruo en el estrado, un tipo tranquilo en los pasillos pero demasiado cercano a los organizadores con los que no me he llevado demasiado bien por mis críticas a la descompensación de género del evento, un verdadero campo de nabos hasta este año. Desde el primer momento comprobé que estaba equivocado, que mis prejuicios hacia Wicho eran infundados, que es un gallego con mucha sorna y sobre todo y ante todo, que vive la ciencia con pasión, con mucha pasión. Sus explicaciones sobre el vuelo en caída libre, sus visitas a Cabo Cañaveral, sus sensaciones cuando observó en directo la resurrección de la sonda Rosetta, acabaron por convencerme que estaba delante de un celta noblote, observador y con un raro sentido del humor. Dos días de jornadas y otras dos salidas nocturnas han convertido a Wicho en alguien cercano con el que tenemos diferencias gramaticales, de altura y de kilómetros viajados, pero poco más, consonancia total.
Mis experiencias con otros divulgadores que han pasado por ese mismo estrado no habían sido del todo agradables, algunos de ellos están muy subiditos y te miran por encima del hombro, otros sabrán mucho pero ni idea de explicar a una audiencia con gente de todo pelo y aún otros no se dignan ni a dirigirte la palabra. Evidentemente hay excepciones, @xurxomar, @javierarmentia, @Pr3cog, @mimesacojea, @Milhaud, @Jeibros, @joaquinsevilla, @feminoacid y un corto etcétera son de la pasta de @Wicho, gente enamorada de la ciencia pero no subida a un pedestal. Algunos otros me habían generado los prejuicios de los que he hablado al principio (Wicho diría «hablé»), pero he visto que también en esa fauna especial que se mueve en estos eventos hay gente muy normal, que fuera del estrado son hasta cálidos y que le pueden sacar punta a un queso de bola.
Explicar ciencia a una sociedad que lee poco, que no entiende los gastos en investigación o que mete a todo apasionado por esa disciplina en la tribu de la gente rara, es una tarea hercúlea. Parece que la gente a la que nos apasiona lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño somos esos seres raros que se juntan para hablar de sus frikadas, no sabemos comunicarlas y encima somos muy felices en nuestra tribu de cerebritos. Yo estoy con Einstein en eso de que «las cuestiones científicas se pueden explicar de forma sencilla, pero no demasiado sencilla» y en eso estamos. Al Auditorio hay que pedirle un esfuerzo, como cuando estás leyendo cualquier novela y no entiendes una palabra corres al diccionario a consultarla, en fin, despertar la curiosidad. Wicho y algunas personas más, para preparar esos diez minutos de divulgación, seguro que se han tirado horas, no para que su presentación de diapositivas sea la más molona, sino para llegar al público, a su cabeza y a su corazón, que se note que están enamoradas de la Ciencia y que transmitan esa pasión. No está al alcance de todo el mundo poder generar esa sensación pero cuando se consigue es algo más que un aplauso lo que se logra. Parafraseando el anuncio de esa tienda de ropa que es el suplicio de cualquier persona daltónica «LA CIENCIA ES CHULA». Y Wicho sabe explicarla.
Enlaces:
Los vídeos de las charlas AQUÍ
El vídeo de Wicho AQUÍ
Microsiervos, el blog de Wicho, Nacho y Alvy
Un juego que me regalo Wicho con una entrada en su blog. Aviso: es muy adictivo.