Mikel Estoy visitando varios institutos porque me ha tocado evaluar a cuatro aspirantes a directora para los próximos cuatro años. Como suelo llegar con tiempo, intento pulsar la temperatura y la tensión de los sitios, hablar con los docentes que por allí pululan y medir la fiebre. Además, las direcciones de los siete institutos de la zona nos reunimos y solemos hacer terapia, vemos qué ocurre y qué va a ocurrir, qué nos llega por arriba y por abajo. No sorprendo a nadie si digo que la gente está nerviosa, hay mucha excitación, y no, no es una canción de Tequila. Vamos a respirar profundamente y saltar de párrafo.
Parece que nadie sabe cómo adaptarse a la LOMLOE, la terminología es confusa, las intenciones de futuro no son del gusto de mucha gente y nuestra formación no parece ir por los caminos que nos gustaría. Es cierto también que, como ya he apuntado en otras entradas de este blog, nos cuesta movernos, somos una institución lenta de reflejos, con muchos elementos progresistas, bastantes elementos inmovilistas, con gente a la que le gustaría ir más rápido y a otra mucho más lento. La solución no es fácil, voy a intentar sintetizar qué se respira por los claustros.
NO GUSTA LA LOMLOE POR…
- Una reforma más. Es insoportable que en pocos años haya tantas reformas que a veces no cambian nada y sólo complican la labor docente. En la ensalada de siglas ya no caben más.
- Es una reforma socialista, con nombre de ministra asociado, como si todas las personas o partidos que detentaran la cartera de Educación quisieran pasar a la posteridad con su Ley Orgánica debajo del brazo.
- Es una ley con un toque «pedagogista», hecha por personas que hace mucho que no pisan un aula de verdad o que huyeron de la tiza, «profesionales» a los que les falta un paso por la realidad que a diario se vive en escuelas o institutos, y que desde sus despachos, con sesudas investigaciones en ese papel que lo aguanta todo, pretenden dar un golpe de timón y barrer para casa, para SU casa.
- Es una ley para hacer a la ciudadanía más tonta porque rebaja contenidos, habla de cuidado emocional, trata al alumnado como una masa infantil y supone cambiar toda la metodología para oscuros intereses estadísticos de mejora de los resultados.
- Es una ley que cambia el nombre a todo y despista hasta a la gente más lista, que tiene de rey al Excel frente a las anteriores que eran cosa del Word, espero que se entienda la metáfora.
SÍ GUSTA LA LOMLOE POR…
- Es una reforma necesaria porque la ley de Wert era tan malsonante como su apellido, no solucionaba nada y complicaba hasta el infinito la labor docente.
- Ya era hora de que la religión no contase para la nota media.
- Pone el foco en el alumnado, en su perfil de salida, en que se eduquen ciudadanos críticos y equilibrados emocionalmente.
- Queda en manos del equipo docente la promoción de curso aunque haya asignaturas suspensas.
- Enriquece la evaluación con rúbricas ajustadas a los criterios de evaluación, con autoevaluaciones, coevaluaciones y codocencia.
- Añade algunos elementos transversales:
Comprensión lectora.
Expresión oral y escrita.
Comunicación audiovisual y TIC.
Educación emocional y valores.
Fomento de la creatividad y del espíritu científico.
Educación para la salud (incluida la educación sexual). - Supone trabajo al principio con las rúbricas y los criterios de evaluación, pero en cuanto se automaticen, la calificación y posterior evaluación van a ser mucho más objetivas de lo que son ahora.
- La digitalización que exige la LOMLOE es del todo necesaria en este mundo tecnológico.
- Los nuevos curricula se han adelgazado.
NO GUSTA NINGUNA LEY POR…
- Porque yo lo valgo, porque yo llevo dando clase muchos años y sé cómo se hace.
Todo esto y mucho más se oye en los claustros, en los pasillos y en los patios. Mientras, el alumnado está a la expectativa, no nota que esté cambiando gran cosa su desempeño diario, si no ve su calificación se mosquea y gran parte prefiere pruebas objetivas (exámenes) a pruebas colectivas en las que la nota común no refleja su trabajo.
Metidos en terreno pantanoso dejo aquí esta entrada y continúo en la siguiente, porque desde siempre me ha gustado el barro, señal de que ha llovido y la lluvia me encanta.
