En concreto puede expresar siete emociones, como alegría, enojo, tristeza, felicidad y confusión. Para mostrar alegría, por ejemplo, eleva los dos brazos al aire y abre los ojos y la boca. Cuando está ‘triste’, pone una mano delante de los ojos, como si quisiera ocultar sus lágrimas.
Podéis leer la noticia aquí.
Parece ser que como la población está muy envejecida, y están generando robots de compañía como este Kobian para ancianos, que debidamente programado puede expresar lo arriba comentado.
Bueno, se me dirá que sólo hace lo que está programado y es cierto, pero nosotros también tenemos mucha de esa programación. Por dentro no nos zumban chips y ronronean pequeños motorcitos, pero nuestras hormonas y lo aprendido hacen las veces de circuitos, también levantamos las manos al aire para expresar alegría (Mari Jaia es un caso paradigmático) y la tristeza la expresamos parecido a Kobian. Bueno, vale, Kobian lo hace igual que nosotros, pero he visto a perros realizar gestos parecidos y mira si son apreciados los canes.
De aquí a «I robot» sólo nos va a faltar que alguien descubra el cerebro positrónico y que programe las tres leyes de la robótica de Asimov:
- Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
- Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
- Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Ya me gustaría que se las leyesen muchos de nuestros políticos.
PS: Los militares ya están pensando en cambiar esas leyes porque sus robots tienen que hacer daño. Más info aquí.
Ahora que dices que Kobian puede hacer compañia a los ancianos me acuerdo que ya hay una foca robot que usan en Alemania para estar con ancianos, es como una mascota sin que ensucie ni tengas que sacarla a pasear. http://weblogs.clarin.com/ensayo-y-error/archives/2008/01/quiza_sea_mi_vision_latina.html