Me uno a la iniciativa pero la matizo. La ciencia aquí y fuera necesita saber para quién trabaja, no vaya a ser que mi investigación sobre una vacuna maravillosa contra la enfermedad X acabe en las manos de los militares, contagien a todo dios de la enfermedad X y se guarden la vacuna para los suyos y los que les paguen. La investigación SÍ, pero que sepa ser insumisa a los militares.
Me temo que algunos investigadores trabajan por dinero, y lo harán para el mejor postor, sea militar o cura. Y también los habrá buenos y fascistas, que la inteligencia se da en todas la ideologías. La jodida condición humana…
Completamente de acuerdo y añadiría que las subvenciones a la investigación deberían estar especialmente dirigidas a las universidades, no a farmaceuticas y demás que sólo pretenden lucrarse con ello y aprovechan para vender medicamentos al Tercer Mundo a precio de oro.
Claro, a los buenos fines. ¿Y a la educación? 😉
Olidaros de noticias como esta a partir de ahora:
http://www.diariovasco.com/20090802/economia/ikerlan-inaugurara-este-nuevo-20090802.html
Kanif, es cierto, la realidad es tozuda como una mula pero si creamos algo de conciencia, agian, apika, beharbada…
Paul, ahí estarían bien, y para solucionar el hambre en otras partes del mundo también, claro.
Murua, para NOSOTROS también, noski!
Anónimo, pues tendrá que dejar de llamarse Ikerlan y se quedará en Esloquehay. Ni cambio de modelo ni leches, a seguir dándole al ladrillo y a la especulación y nuestras generaciones mejores preparadas de reponedores en supermercados. País!
el problema no son solo los usos miltares de x descubrimiento. Para mi es mas real el uso civil pero inmoral q hacen, por ej, las farmaceuticas de muchos medicamentos. sobretodo, como lo q importa es el money money a la hora de saber quien tiene acceso.
o como, segun lei en algun lado, se usa el tercer mundo como "campo de pruebas".
esto me preocupa mucho mas q "lo militar" pues creo q es algo mucho mas extendido. Por supuesto, sin menispresio a lo q tu dictas en este post.q tambien es una realidad