Es inútil no ponerse nostálgico cuando se piensa que antes consideraba una semana perdida aquella en la que no había pisado una sala de cine. En el Olimpia, un cine de cerca de mi casa, se podía ir incluso 3 veces a la semana ya que cambiaban la peli el fin de semana, los lunes y los miércoles. Memorables los pases de las de terror cuando una tarde de martes estabas tú solo en toda la sala, o no menos espectaculares las pelis de risa de un domingo a la tarde, lleno hasta la bandera. No creo que el cine fuese demasiado caro porque nunca he nadado en la abundancia con mis pagas, y me daba para eso y hasta para comer algo antes o durante la sesión. El cine tenía esa magia a la que la tele no llegaba, una pantalla inmensa, ir con toda la cuadrilla y ocupar una fila entera, notar temblar la butaca con el sensorround trapero y las charlas de después, recordando escenas, reescribiendo finales, explicando lo que no se había entendido. Agua pasada.
Ahora, por una parte tenemos sistemas para ver las pelis en pantallas mucho más pequeñas y tumbados, hay una oferta tremenda de material audiovisual en la veintena de canales por cable, o la TDT o la convencional y la Internet nos aporta a la carta lo que nos interesa (es una realidad, no una confesión). Y buscamos culpables:
1.- El cine es caro. Ya, y cualquier ronda en cualquier bar que se consume en menos de 10 minutos sale como un par de entradas. No vale como excusa.
2.- Las salas son pequeñas. Claro, los que viven de eso prefieren que vayan 100 personas un miércoles a la noche a 10 pelis diferentes que 10 a una sola peli. La pela es la pela.
3.- Han vaciado de salas el centro de las ciudades. Dudoso. Si cuento el número de salas que había hace 30 años y el que hay ahora que muchas han salido hacia los centros comerciales, umm, veamos: en Bilbao puedo ver hoy 33 pelis, unas 25 diferentes en 25 salas de cine. La frase del inicio es falsa.
4.- La oferta doméstica es mucho mejor. Cómo no! Es mejor ver un Screener guarro donde hasta se oyen hasta las carcajadas, que ir a un cine grande a que el de al lado coma palomitas con más ruido aún. Uyy, se me ha ido la pinza… Vale, que un DVD con su calidad (JA!), permite ver en petit comité una peli, y poder disfrutar de la compañía e incluso pararla para ir al baño sin molestar a toda la fila. Pero ni el DVD da la amplitud de una pantalla, ni siquiera te mantiene pegado a la butaca como una proyección, y siempre tendrás una excusa para hacer una escapadita a la nevera.
5.- El cine es de baja calidad. Ya tuvo que salir. Los llenazos para ver «Le llamaban Trinidad» o «Los bingueros» hablaban de la la excelsa calidad de los diálogos de Bud Spencer o la fotogenia de Fernando Esteso. Ahora hasta la peli más trapera tiene una hechura técnica que deja en ridículo cualquier superproducción de los años 70. Además, si se sigue viendo lo mismo, no sé de qué nos quejamos, grandes desastres, amor, miedo, fantasía, remakes de remakes.
Yo tengo mi teoría al respecto pero me gusta oír marcianadas.
Y entonces ¿por qué no vamos al cine?
Aquí un iconoclasta:
Yo no voy porque me da una inmensa pereza. También porque soy bajito y siempre me toca un cabezón de la NBA delante. Y porque me encoñan los trailers-río a todo volumen. Y por las copias potrosas. Y por el olor a fritanga y el cras-cras incesante. Y por los que no dejan de salir y entrar. Y por los que hablan en voz alta. Y por los que se levantan antes de que terminen los créditos. Y por los que se quedan sentados hasta que sale la ultimísima letra y bloquean la salida. Y por los que le da lo mismo ver una de romanos que una de arte y ensayo. Y porque nueve de cada diez películas me decepcionan. Y porque al salir siempre ha cambiado el tiempo y pasas frío, te mueres de calor, te mojas o cargas con el paraguas… mientras vas pensando ¡vaya chorrada me he tragado!
Yo no voy porque hago tantas otras cosas que se me olvida. Y porque la vida familiar me deja poco tiempo para los amigos y soy de los que no les gusta ir solo.
Supongo que los demás no van porque la sociedad cambia.
Pues yo no voy porque no me gusta el cine.
Bien, vale, os dejo que me lapidéis.
Abrazos.
JV: siempre la alegría de la huerta, pero retratas bien mis mismas sensaciones y hoy he preguntado a varias del claustro y están de acuerdo contigo… y conmigo.
kanif: La vida familiar es vida? Eh, sin acritud, pero es que me ha recordado mucho a quella tira de Mafalda donde se ve a su madre haciendo viñeta tras viñeta, todo tipo de trabajos, de esos mal llamados «sus labores» y la pregunta destroyer de la niña creo que es «Mamá, ¿qué te gustaría ser si vivieras?».
balen: No te gusta el cine, así, sin más. No tienes mil razones como JV sino que las pelis no te ponen. Pues en un mundo tan audiovisual como éste, eso es raro-raro.
Aupa.
Me aburren los grandiosos efectos especiales que se hacen actualmente y que reconozco que son la pera limonera, pero que no me ponen, como dices Mikel.
Eso sí, debo decir que sí me han gustado algunas películas. Y sobre todo las del binomio Newman-Redford.
Recuerdo que la última película que ví, y que fue ‘por encargo’ (alguien me dijo: tienes que verla) fue «Mensaje en una botella». Creo que la acaban de poner en TV. La verdad es que me impactó, y mucho.
Me gustan las pelis que hablan de sentimientos humanos, pero de los sentimientos ‘de verdad’, no de los enlatados en ‘la fábrica de guiones’.
Porque no me negaréis (bueno, si me queréis negar, me negáis:-)) que lo que nos intentan vender como ‘basados en hechos reales’ y dramones varios, sobre todo los domingos por la tarde, no son más que ‘guiones enlatados’ que no se les cree ni abundio.
…y ahora que lo pienso. Si no me gusta el cine, ¿cómo es que he escrito tanto?
Abrazos.
yo símpemente es que los sábados por la tarde prefiero gastarme el dinero que cuesta una entrada en tomar algo en un bar de Urkiola tras haber dado un paseito de una hora por Saibi o Urkiolamendi.
Los domingos prefiero estar en casa tranquilamente o darme un paseito por la ría.
Y si hubiera sesiones matinales, pues tampoco hiría pues el finde por la mañana prefiero ir a bucear.
En resumen, el cine ya no me llama nada.
Yo voy al cine, con mi hijo.
Me he visto de todo, ahora va creciendo y ya puedo ver las de 14.
Me he dormido, cosa que no puedo hacer en casa porque se da cuenta.
Oigo los cracas,y los churfsss del bebercio, las risas y gritos,los chistes.
Pero sigue siendo mágica la sala del cine.
Y los anuncios horrorosos de Asador Gatica, o del Pandrino o de la BBK o del Dolby….
El único pero que le veo: si el anterior tiene piojos te los deja allí.
Me gusta ir al cine .
yo pienso que solo algunas peliculas merece la pena verlas en el cine. por ejemplo las de accion o las de ciencia ficcion me gusta verlas en el cine. pero las demas peliculas, si te las bajas (sin risas, que no esten oscuras, que no hablen en suramericano……….) y las ves en casa tranquilamente.
Además yo tengo 14 años y para mi ir al cine supone una crisis economica esa semana pues es gastarme toda la paga en ir al cine.La verdad es que esa es la mayor razon por la que boy poco al cine.
http://takeshy.wordpress.com/2008/01/17/%c2%bfpor-que-no-voy-al-cine/
vaya no ha salido el enlace completo. lo podéis leer como noticia el 17 de enero en este blog
http://takeshy.wordpress.com
Jo, fernandoj, pues parece que había una idea por ahí en el ambiente y alguno que otro hemos coincidido. Ya me gusta el blog que has mandado, y como leerás por aquí, las pegas para ir al cine son bastante comunes.
Bueno, hoy son los Goya, esa especie de ceremonia Oscar de andar por casa. Veremos.
Xabi: tienes que pedir un aumento de paga. Ya hablaré yo con tu ama.
Sonia: a mi también me gusta el cine y su magia a pesar de todas las pegas que comentáis.
rpinzon: Con lo que te va a ti lo de las imágenes del comic japonés y no las ves en el cine?
balen: difícil sustraerse al encanto de algunas películas, pero si hiciesen salas sin comida, para cinéfilos, con respeto, igual volvías.
no me quejo de mi paga. me quejo de que el cine es caro
¿Porque no nos gustan las palomitas?
Mirad qué dicen en Microsiervos